Esta receta fácil de Mermelada de Arándanos Sin Azúcar seguramente será de tu agrado, ya que requiere solamente tres ingredientes, y uno de ellos es completamente opcional. Desafortunadamente, no tomé fotos durante la preparación de esta receta, pues estaba tan deliciosa que se me pasó por alto. No obstante, logré rescatar algunas imágenes de un desayuno y un video en mis redes sociales donde la mermelada, junto con mantequilla de almendras y pan casero, complementaron un inicio de día saludable y lleno de sabor.
Versatilidad de la Mermelada
Puedes elaborar esta mermelada con arándanos frescos, naturales o congelados, adaptándola a tu fruta preferida. Las mermeladas de frutos rojos como fresas, cerezas y frambuesas son especialmente recomendables por su sabor intenso y color vibrante. No descartes probar también con kiwi, cuya acidez natural y sabor refrescante ofrecen un contraste delicioso y pueden maridar bien con diversos platos.
Mermelada de arándanos congelados
La técnica es idéntica a la de arándanos frescos; simplemente emplea arándanos congelados para esta receta. Es un método conveniente para utilizar esas frutas almacenadas en el congelador. Experimenté también con fresas congeladas, notando que requieren un poco más de tiempo en la cocción inicial a fuego alto, aunque el resultado fue igualmente delicioso; en la siguiente imagen comparto un desayuno disfrutado en esta ocasión con unos waffles saludables de zanahoria.
Receta de Mermelada de Arándanos Sin Azúcar
Ingredientes
- 350 g Arándanos frescos
- 4 gota(s) Stevia pura líquida
- 1 Limón (zumo)
- 1
En una olla a fuego alto, cocinamos los arándanos naturales durante 7 minutos. Es clave revolver constantemente para evitar que la mezcla se adhiera al fondo y, si lo deseas, puedes aplastar suavemente los arándanos con una paleta de cocina. Lo esencial aquí es no procesar demasiado los arándanos para conservar la fibra natural de la fruta.
- 2
Una vez transcurridos los 7 minutos, reducimos el fuego a bajo y añadimos el jugo de un limón mediano. Revolvemos enérgicamente y luego tapamos la olla, dejando que los ingredientes se cocinen juntos y se fusionen aprovechando el calor residual durante 3 minutos.
- 3
A continuación, incorporamos 4 gotas de Stevia, aunque esto es totalmente opcional y según tu preferencia. Estás libre de ajustar la dulzura añadiendo el endulzante de tu elección o, si lo prefieres, puedes omitirlo por completo. Mezclamos bien todos los ingredientes y volvemos a tapar la olla, dejándola por otros 2 minutos para que los sabores se integren.
- 4
Después, retiramos la tapa y continuamos revolviendo para asegurarnos de que la mermelada no se pegue al fondo de la olla. A esta altura, la mermelada debería haber adquirido una consistencia adecuada. Mantenemos la cocción durante 8 minutos más para alcanzar la textura deseada.
- 5
Finalmente, apagamos el fuego y dejamos reposar la mermelada antes de consumirla o almacenarla. Siguiendo estos pasos, obtendrás una mermelada de arándanos saludable y deliciosa, perfecta para acompañar tus desayunos o meriendas.
- 1
Preparación del Envase. Comienza por seleccionar un envase de vidrio con tapa que haya sido previamente esterilizado y secado. La esterilización es crucial para evitar la contaminación y prolongar la vida útil de la mermelada.
- 2
Aplicación del Limón. Distribuye unas gotas de limón tanto en el interior del envase como en la parte interna de la tapa. Utiliza movimientos circulares para esparcir el limón por todas las superficies, lo que ayudará a acidificar el envase y contribuir a la conservación de la mermelada.
- 3
Llenado del Envase. Con cuidado, vierte la mermelada aún caliente en el envase, procurando no llenarlo hasta el borde para dejar espacio para la expansión durante el enfriamiento.
- 4
Sellado y Enfriamiento. Cierra el envase sin apretar demasiado la tapa y colócalo boca abajo para crear un vacío parcial que ayude a sellar la tapa. Deja que la mermelada se enfríe completamente en esta posición.
- 5
Almacenamiento. Una vez que la mermelada haya enfriado, revísala para asegurarte de que el sellado es adecuado y luego almacénala en la nevera. El enfriamiento en la nevera ayudará a preservar la frescura y la consistencia de la mermelada.
Instrucciones para la Mermelada
Instrucciones para el Envasado
¿Qué es la mermelada, y que tipo de producto es?
La mermelada es un tipo de conserva de frutas que se elabora cocinando fruta troceada o triturada con azúcar o endulzante hasta obtener una mezcla espesa y gelatinosa. Este producto se caracteriza por su sabor dulce y su textura suave, y se utiliza comúnmente como acompañamiento de diversos alimentos, como pan, galletas, yogur y queso, entre otros.
El proceso de elaboración de la mermelada no solo tiene como objetivo conservar la fruta y prolongar su vida útil, sino también intensificar sus sabores y aromas. Además, la mermelada es una excelente fuente de azúcares rápidos, aunque esto puede variar si se elabora una versión sin azúcar añadido, utilizando endulzantes alternativos o la propia dulzura de la fruta.
Históricamente, la mermelada ha sido un método popular para preservar las frutas más allá de su temporada de cosecha, permitiendo disfrutar de sus sabores durante todo el año. En muchas culturas, las mermeladas caseras son un elemento tradicional en el desayuno y en la repostería, y su preparación se considera una actividad hogareña que se ha transmitido de generación en generación.
¿Qué hacer cuando la mermelada queda muy dulce?
En caso de que la mermelada resulte excesivamente dulce, puedes equilibrar su sabor añadiendo más jugo de limón. Este no solo ajustará la dulzura, sino que también aportará un toque ácido, mejorará la firmeza y enriquecerá la textura, otorgándole una consistencia más agradable.
¿Cómo es una mermelada casera?
Una mermelada casera o mermelada artesanal es hecha sin aditivos químicos y sin procesos industriales.
Características de la Mermelada Casera
La mermelada casera se distingue por ser un producto natural, libre de aditivos químicos y conservantes. Frente a las opciones comerciales, cargadas de azúcares, la mermelada artesanal permite un control total sobre los ingredientes y los niveles de dulzor. Utilizando recursos naturales como el zumo de limón para su conservación, obtienes un producto más sano y adaptado a tus preferencias gustativas. Aunque una mermelada casera puede mantenerse en buen estado por hasta 30 días, es aconsejable consumirla dentro del primer mes y no más, sólo si has seguido un método de envasado adecuado y cuidadoso.
