Precalentamos el horno a 200 °C.
Podemos rallar las zanahorias a mano, pero esta vez usaremos un procesador para hacerlo más rápido. Agregamos las zanahorias picadas y presionamos varias veces el botón para triturar, la idea es que parezcan que estén “ralladas” y no que sean jugo. Reservamos la zanahoria.
En el mismo procesador colocamos 2 huevos, 2 yemas y todos los demás ingredientes, menos las 2 claras y la zanahoria. Procesamos por 1 minuto.
Batimos con una batidora eléctrica las 2 claras de huevo a punto de nieve y reservamos.
En un bol agregamos la mezcla homogénea del procesador y la zanahoria rallada y mezclamos vigorosamente. Esto es opcional, yo no adicioné las nueces típicas en la mezcla, pero puedes agregarlas en este punto, antes de añadir las claras de huevo.
Agregamos las claras a punto de nieve en la mezcla, de forma suave para no dañar el aire retenido en las claras.
Engrasamos un molde para torta, yo utilicé uno redondo de 16 centímetros de diámetro, y vertimos la mezcla.
Horneamos a 180 °C entre 40 a 50 minutos. Revisamos con un palillo si está cocida por dentro. Aunque ya en ese tiempo podemos sacar la torta, considera que el camote o batata ya está cocido.
Retiramos del horno y dejamos enfriar para desmoldar. Este proceso lo hacemos con cuidado pues al salir del horno la torta es húmeda y suave.
Dejamos reposar sobre una rejilla y cuando esté fría te recomiendo guardarla en la nevera por mínimo 10 horas, el resultado es un postre increíblemente suave y húmedo, pero con la misma consistencia de una torta.
Decora como quieras, esta vez yo hice un merengue suizo sin azúcar con unas gotas de limón y almendras fileteadas. Puedes hacerlo con la crema de queso si no eres intolerante a la lactosa, o con queso crema vegano.
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